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el noviembre 15, 2020

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#5

"No hay nada cómo el sexo con amor. Comerte a alguien que ya sabes como sabe, una y otra vez, sin cansarte. No hay nada como esas manos que ya te conocen, esos besos que te transportan, esas caricias que te hablan. No hay nada como disfrutar plenamente, involucrar a tus ángeles, a tus demonios, sentirse deseada y desear por igual. El sexo ocasional también es maravilloso, desahoga, alivia, te hace sentir bien… Pero quien ha experimentado el placer con sentimientos lo sabe…No hay nada que se le pueda comparar, es la esencia absoluta. Es hacer el amor, y conectar, el placer con todos los sentidos." Muchos hombres se creen un as en el sexo, pero cuando hallan a una mujer que es adicta al se-xo, eso los hace flaquear y hasta dudar de su virilidad, . La mujer siempre será más insaciable y más caliente que cualquier hombre si se la sabe tratar motivar eh incentivar , ellas no necesitan alardear de su fogosidad ni de su durabilidad y resist...

Amor y sexo 😍💞

AMOR Y SEXO.... Para hacer sexo se necesita una noche. Para hacer el amor... Una vida no alcanza. El sexo te acaricia la piel, el amor te toca la mente y te llega hasta el alma. El sexo exige, el amor lo da todo. El sexo es una llama, el amor es un incendio. El sexo es terrenal, el amor es celestial. El sexo es un vacío, el amor llena. El sexo es para los que tienen miedo, el amor es para los valientes. El sexo es una aventura, un placer. El amor es magia, locura y un milagro.

Mar

Mar A veces una sonrísa amistosa de un extraño tiene sus beneficios. Duración: 25 min. La brisa rozaba sus piernas desnudas, otra noche más que estaba en cama sola. Las cortinas se mueven dejando entrar aquella brisa de mar, el sonido de las olas chocando con la piedra de la costa, mientras la luna ilumina con su crepúsculo azulada la amplia habitación. Frente a la cama se logra ver una mesita con una silla estilo moderno, sobre ella su computadora, anteojos y una rosa, detalle del hotel. Mientras que en la silla estaba aquel vestido rojo en satín que aún tenía rastros de aquél encuentro previo a la cena, con aquel extraño que acababa de conocer, y una tanga roja sobre el. Le gustaba dormir desnuda pero esa noche ella se había recostado y roció un poco de perfume en su piel, después de bañarse para esperar el encuentro con aquel hombre que aún ni conocía su nombre pero fue aquella sonrisa al pedirle disculpas por rozar con su portafolio el vestido rojo y haberlo manchado con tierra y l...

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