Mi hija Kary

 

Mi hija Kary


Recuerdo que ya había pasado un año desde la perdida de mi esposa, un suceso trágico que había dejado muy afectados tanto a mi como a mi hija Karina, de 11 años. Y mi hija, con apoyo de una nana, asistiendo a sus deberes escolares.





Nos veíamos hasta la noche, platicábamos un poco, cenábamos y a dormir, así era nuestra rutina.

Pero hace 2 semanas mi vida dio un vuelco inesperado y les voy a contar Ese día (un lunes) me regresaron del empleo por sospecha de covid, lo cuál resultó en una simple infección de garganta; cuando Kari llegó a casa de un paseo con su nana escuchó ruidos y me fue a ver al cuarto, pero yo estaba dormido, medio escuché la puerta, pero me sentía fatal, así que seguí durmiendo.

Cuando Kari volvió horas después tocó la puerta, le pedí que pasara y me dijo que si me sentía bien.

- Si pequeña, ya fui al médico y estoy bien.

- Que bueno papi, se me hizo raro que estuvieras aquí temprano.

- Todo está bien pequeña

- Hace rato entré, pero me salí rápido papi, es que...

- Que pasó pequeña?

- Pues se me olvidó tocar, y estabas dormido...pero...

- Ay mi amor, perdóname, me sentía mal y me dormí como siempre, sin ropa, no sabía que ibas a venir, aparte antes nos bañábamos juntos, era normal que me vieras así...

- Si papi, pero...

- Qué pequeña?

- Tu pipí estaba...

- Jajaja, queee, dime...

- Parado
- Uy mi amor, eso es normal, pero así como ya platiqué de las cosas que te pasarán como mujer, a los hombres también les ocurren cosas
- Cómo qué?

He de mencionar que para ese entonces me empecé a sentir un poco incómodo, pues me estaba excitando lo que debía ser una conversación normal entre padre e hija, pero me di cuenta que desde varios días atrás Kari había estado más cariñosa y encimosa de lo normal.

Kari es delgadita, de cabello rizado, con senos muy pequeñitos pero un trasero de una como 18 años, siempre han pensado que es más grande de la edad que tiene y ya me he llevado demasiados disgustos en la calle por esa situación.

Continuando con la plática de ese día le expliqué que a los hombres también les pasan cosas, como la erección y los sueños húmedos, hizo cara de fuchi pero me dijo:

- Te digo algo papi

- Dime

- Parecía un honguito
- Ay amor, ese honguito hizo que tu nacieras, jajaja...
- Eso no me ha quedado claro papi mis amigas dicen que los hombres deben meter su pipí en nuestra cosita, pero si es tan grande como el tuyo, nos lastimarían mucho, no?

- No mi amor, las cositas de las mujeres se abren cuando sienten amor hacia un hombre, se mojan y dejan que entre fácil, de hecho eso les gusta mucho.

- Te lo voy a contar sin pena como me has pedido, que te tenga confianza, el otro día vi una de tus revistas que tienes escondidas y mi cosita se sintió rara, me dieron ganas de acariciarla, eso es normal?

- Claro pequeña, pero estás muy chiquita, no crees?

- Si papi, pero ya también estoy creciendo y he pensado que me gustaría que ya no estuvieras solo, desde que se fue mamá me has estado cuidando y no has tenido novia, y ninguna de tus amigas me gusta para ti...

- No sabes lo que dices (aunque ya estaba a mil)

- Quisiera ser tu mujer papi, que tu fueras el primero...

- Pero eres mi hija Kari, yo te cambié los pañales, todo!

- Igual y nadie debe enterarse...

Estaba realmente aturdido, pero con una erección que ni mi mujer me había provocado en sus últimos años de vida, estaba dudoso de pensar que era lo que haría, pero ella ya estaba lista, me acerqué y empecé a acariciar su cabello, ella llevó directamente su mano a mi abdomen y de a poco empezó a bajarla, no daba crédito de lo que ocurría, hacia más de un año que no estaba con ninguna mujer y mi regreso a la vida sexual sería con mi propia hija!!!

Tenía sensaciones encontradas pero los dos ya estábamos entrados, así que...

Continuará.


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